Vaya desilusión. Esperar, ver cómo pasa el tiempo, y los problemas económicos se acrecientan, echan raíces, deshace el tejido empresarial. Total para esto.
Los malos consultores, los asesores que no conocen o dominan un campo, tiene la prodigiosa facultad de generar papeles, páginas, en la esperanza de que el cliente sea tan incauto como el y piense que la bondad del informe, depende del grosor del informe, o del nº de diapositivas del PowerPoint que hayas utilizado.
En esto como en muchas cosas dos mas dos no son cuatro, por mucho que pongas vagones, no tendrás un tren, por mucho vagón, del tipo que quieras, si no pones una locomotora, no tendrás un tren. Mucha ley de acompañamiento, mucho campo de actuación, si no hay un objetivo claro que nos haga emprender un camino concreto, ni ley de sostenibilidad, ni nos sostendremos en nuestros trabajos y empresas.
Estamos muy lejos de emprender un camino correcto. Mientras al empresario se le demoniza desde las comparecencias de ministros, o políticos hasta los libros de texto. Así le quitan las ganas a uno de seguir.
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